Los medios de comunicación les han denominado “nota roja”; pues son notas de prensa que pretende según ellos ser veraces en su información; pero que en si contienen un alto índice de actos denigrantes y violentos de los cuales ha sido víctima una mujer y en muchos casos aún se sigue cosificando a la mujer (usada en publicidad como objeto). El trasfondo de las múltiples noticias como asesinatos, abuso sexual contra las mujeres; develan expresiones de desprecio, de odio, de considerar a las mujeres como subalternas, dependientes de los varones. Se sabe que un periodista debe ser objetivo con lo que informa; pero muchos de ellos en su mayoría son hombres y dejan a la vista de todos, sus características amarillistas y excluyentes (en algunos medios).
Es hora de desterrarnos psicológicamente de una visión androcentista y que durante años hemos cargado como si fuera una vergüenza haber nacido mujer. Pero es necesario saber que este cambio va más allá de simples expresiones, de reglas, sintaxis; el tema de fondo es crear conciencia para un cambio de actitud que valla a partir de la separación entre las construcciones asimétricas tanto de los estereotipos o las formulaciones verbales; con respecto a la realidad. Nosotras mismas debemos ejercer nuestro derecho a ser respetadas y tomadas en cuenta, hay que decidir entre lograr nuestra autonomía o el sometimiento, el sobresalir o excluirse, el de frenar los estereotipos o “hacernos las ciegas” y dejar que la idea, de que somos el sexo débil; siga calando efecto en nuestra mente y nuestra voluntad.
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